Wakiña es un proyecto de investigación comisarial, orientado a la producción y exposición de instalaciones artísticas que se desarrollan a partir de procesos colectivos o comunitarios. La Wakiña es una palabra andina para referirse a una forma de comunalización del trabajo de la tierra en la que unos disponen del terreno, otros proporcionan la semilla, otros el trabajo físico, para luego recoger juntas la cosecha. Siguiendo esta idea de un hacer en el que cada persona aporta desde posibilidades diversas y propias en pos de un resultado colectivo, Wakiña busca configurar un espacio para el impulso de prácticas artísticas en las que se interrogan las formas de producción en comunidad. Se propone así el espacio del arte, del hacer juntas, como un lugar de pensamiento político desde el que construir expresiones orientadas a la consolidación de redes de sensibilización, apoyo, cuidado mutuo y acción sobre preocupaciones y demandas sociales concretas.
El proyecto, seleccionado dentro del programa de Ayudas a la Creación Contemporánea de la Comunidad de Madrid en 2022/2023, se desarrolló en colaboración con el Centro Cultural de Experimentación y Documentación Artística de La Parcería (CCEDA). De la mano de la comisión de Infancia y familia de La Parcería, se decidió desarrollar este espacio de creación en torno a dos comunidades que han estado siempre presentes en el corazón de las líneas fuerza de trabajo del colectivo de La Parcería y que se consideran como colectivos vulnerables a menudo excluidos de los espacios de creación y producción de pensamiento cultural y artístico en la ciudad: Las maternidades y las infancias y, en específico, la maternidades y las infancias migrantes o migradas. Se trata pues de una apuesta por descentrar voces, conocimientos y formas de investigar a partir del encuentro entre artistas, maternidades e infancias, pertenecientes a comunidades a menudo denostadas en los relatos oficiales, desde las lógicas subversivas del juego, a través de los lenguajes del arte contemporáneo y en función de la construcción de un hacer comunitario que escape a la noción de productividad y explore vínculos duraderos. Wakiña, se plantea de esta manera como un proyecto de mediación y activación cultural al que se sumaron propuestas de intervención artística, trabajando de manera integral el plano físico y el relacional.
Wakiña se estructuró en dos capítulos atendiendo a cada una de las dos comunidades propuestas, a través de una serie de residencias artísticas, que pusieron en marcha procesos de creación contemporáneos orientados a la producción y exposición de instalaciones artísticas de carácter procesual presentadas en el CCEDA de La Parcería en los meses de Julio y Noviembre de 2023.
Capítulo 1. Cuerpo(s) repartido(s)
Cuerpo repartido es el que migra, el diverso, el ajeno.
Cuerpo repartido es aquel que estira, para gestar y/o cuidar a otro ser pequeñito o grande, cuyos brazos no llegan, cuyas piernas no pueden, cuya boca no nombra.
Cuando el corazón vive en dos o más sitios el cuerpo entendido como un todo -como algo entero- se va alterando, remodelando y convirtiendo en algo nuevo.
Esto ocurre en procesos de transformación, como la maternidad – en donde ya casi se vuelve imposible vivir sin miedo, y pasa de igual modo al migrar – donde no solo se suele convivir con el miedo – sino también con este choque identitario, esta restructuración de quiénes somos y cómo se nos percibe.
Es por eso que en Wakiña, reivindicamos el descanso, el goce y la rabia como procesos que favorecen la reparación de ese cuerpo expuesto al juicio, expuesto a la impotencia y sobre todo expuesto a la exigencia. Descansar es una forma de resistencia, conectar con el gozo de juntarnos en rueda (juntarnos todas y juntar nuestros cuerpos desmembrados) es un acto de reparación, y permitirnos habitar la rabia con ternura nos abre caminos para encontrar nuestra propia voz y nos permite sanar como una estrategia política para vivir sin culpa y desde el placer. Wakiña es volver a esos terrenos repartidos (afectivos y físicos) y tender puentes de sanación.
Artistas: Silvia Agüero • Paola Hurtado • Sofia Acosta Varea • Linda Porn • Marina Santo • Karessa Malaya • Ana Álvarez-Errecalde
Madrid, 2023
Curaduría: Camena Camacho y Ana Álvarez-Errecalde
Dirección General Wakiña: Carolina Bustamante y Camena Camacho
Diseño gráfico @angelicua
Capítulo 2: Terra Maternae
Terra Maternae es un giro de imaginación anticolonial que responde al mito de la Terra Incognita; aquel por el cual Europa imaginó desde muy temprano los seres y pueblos que existían al margen de su civilización, a partir de la fantasía de lo indómito, lo exótico, lo peligroso y lo monstruoso. Esta construcción ingobernable del otro que habita un territorio periférico fantástico, caracterizado como una anomalía, una diferencia o alteridad con lo europeo en grado de degradación, dará paso a la jerarquización que legitimará la conquista y apropiación del territorio y los cuerpos.
Sin embargo, la imaginación fantasiosa no es, ni puede ser, en ningún caso campo exclusivo de los procesos de conquista y dominación. La imaginación fantasiosa, desde una perspectiva anticolonial, permite construir espacios de disidencia, futuridades anticoloniales, corporalidades transfeministas, construcción de identidades híbridas, mutantes, liberadoras.
¿Cómo es la descripción oral y gráfica de nuestros territorios, aquellos que componen nuestra historia y ancestralidad, visto desde los imaginarios creativos de lxs hijxs de la diáspora, las infancias migrantes o las infancias atravesadas por los procesos migratorios y de racialización? Estas infancias, herederas de legados culturales diversos, que crecen en territorio europeo, tienen un proceso de construcción de identidad complejo que discurre entre los relatos, memorias afectivas, músicas, comidas y lenguaje de eso que llamaremos «tierra materna», y su entorno inmediato y cotidiano donde se tejen otra cantidad de afectos, códigos y experiencias propias. Si intentásemos hacer una única cartografía de los territorios afectivos que confluyen en la identidad de estas criaturas ¿Cómo será el mapa resultante? ¿Cuáles sus imaginarios? ¿Cómo están poblados estos territorios?
Este capítulo 2 de Wakiña reúne a tres artistas que, desde sus diferentes prácticas y puntos de vista, trabajan sobre la indagación en la narrativa gráfica de esa «tierra materna», la descripción del territorio a través de la oralidad y el uso de la fantasía como herramienta de la memoria afectiva. Las propuestas y encuentros se desarrollan colaborativamente con varios grupos de infancias migrantes o racializadas y se plantean como espacios creativos a partir de conversaciones, relatos y dibujos con los cuales crear nuestros propios «bestiarios» afectivos.
Curaduría (cuidado e ideado): Carolina Bustamante
Artista residente: Glenda Zapata
Artistas en diálogo: Iki Yos Piña Narváez y Valentina Romero Mateo
Documentación visual/poética: Karessa Malaya Ramos
Comisariado general Proyecto Wakiña: Carolina Bustamante y Camena Camacho
Diseño gráfico: Angélica Bustamante
Wakiña. Capítulo 1. Cuerpo(s) repartido(s)









Capítulo 2, Terra Maternae. Infancias migrantes o migradas
Wakiña. Capítulo 2, Terra Maternae. Infancias migrantes o migradas
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