
Nudo Nido, Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid.
La Avenida de América —donde está ubicada la Sala de Arte Joven— es un nudo del que tradicionalmente salen y llegan líneas de transporte desde todo el territorio. En este sentido es un punto de llegada y de fuga, un intercambiador de trayectorias. Durante meses este entramado ha permanecido mudo, muchas de sus tramas se han deshecho y caído inertes al suelo. La imagen de ese intercambiador como nudo desarticulado, como espacio vacío y paralizado, es análoga al vacío y el vértigo a los que nos enfrentamos en nuestra convivencia con el virus.
Desde este lugar de intersección, simbólico y literal, invocamos el encuentro y el nudo en sí mismo. En tiempos de aislamiento, presentamos un proyecto casi de terapia colectiva con algo de catarsis, en el que buscamos abrirnos a lo imprevisto, replanteando las dinámicas de trabajo y generando un espacio que va tomando su forma a lo largo y ancho de diversas colaboraciones e intervenciones, asumiendo la materialidad y plasticidad del encuentro como materia de trabajo. Al mismo tiempo, conscientes de los actuales estados generalizados de ansiedad colectiva, miedo, incertidumbre y duelo, la propuesta funciona como una especie de órgano de digestión que recoge síntomas y deseos que son metabolizados y asimilados en conjunto. Un nido o, lo que es lo mismo, un hogar efímero creado a base de pequeños enredos.
Para ello, contamos con una serie de personas y colectivos que proponen experiencias comunitarias utilizando prácticas situadas para generar sinergias que se concretan a lo largo de la muestra en una dinámica de producción fluida. Así, esperamos aprender de una pedagogía colectiva, irregular, en desplazamiento, ambulante; una pedagogía que nunca podrá ser previa sino construida en tiempo real junto a la misma experiencia, cambiando el ritmo para cambiar el pensamiento. Como defendió la psicoanalista brasileña Suely Rolnik: “Hay un tiempo propio para la germinación y, para que esta se complete, hay que cuidar el nido”.
Isabella Lenzi y Claudia Rodríguez-Ponga
Nuestra propuesta:
Jugaban un nido, 2021
Instalación afectiva, procesual, colaborativa.
Esta instalación escultórica, pretende ser habitada y construida de manera lúdica, procesual y colectiva. Un nido a modo de lugar seguro, de recogimiento y memoria para todas las personas que transitan y son parte de la exposición NUDO NIDO. El Nido va tomando forma por medio de las manos de las participantes, las cuales tienen una guía: un cuento que invita a cambiar de altura, a mirar el mundo con los ojos de lxs niñxs y abrir un espacio – cuerpo niñx, donde acoger y elaborar heridas, miedos y temas que suelen ser tabúes o son difíciles de abordar fuera de la intimidad.
Carolina y Camena