Crisálidas.

Programa lúdico-artístico y experimental por medio del audiovisual para la transformación y el autodescubrimiento en el MNCARS

Crisálidas es una propuesta lúdico-artística, experimental concebida para acompañar los procesos de transformación personal de niñas y niños entre 10 y 13 años. Inspirado en la crisálida como metáfora de transformación y de metamorfosis, el proyecto se desarrolló en el Museo Reina Sofía como un espacio de creación colectiva, exploración sensorial, afectiva y audiovisual.

Durante varias semanas, acompañamos a un grupo de 15 participantes en la creación de tres cortometrajes documentales surgidos de sus propias inquietudes, imaginarios y reflexiones. Lejos de imponer un relato único, el proceso favoreció la escucha, el juego y la construcción de mundos compartidos, donde la identidad, el cuerpo, la naturaleza y el sonido se convirtieron en ejes de expresión.

Una creación conjunta de: Valentina Jiménez (colaboradora de La Cosecha Comunicación), Guiomar Rey, Camena Camacho Cordovez y Johan Posada

Coordinado por: Camena Camacho Cordovez.

Con la colaboración de: Fundación Amigos del Reina y Fundación Mauricio y Carlota Bottom.

Los cortos nacieron así:

Las Mariquitas

Tres pequeños personajes nos invitan a repensar el museo desde otras formas de vida. A través de la creación de hábitats naturales y relatos poéticos, las y los participantes imaginaron un universo donde las mariquitas habitan jardines y salas del museo, proponiendo una mirada sensible y sostenible del entorno.

El misterio del museo

Una historia guiada por un curador muy especial, el Ghettoblaster, que nos conduce por planos paralelos habitados por sonidos, ecos y silencios. En este relato colectivo se exploraron temas como la identidad, la comunidad, la amistad y el poder expresivo del espacio sonoro.

Colores y emoción

Una investigación audiovisual sobre la sinestesia, donde cada color despierta sensaciones, sonidos y emociones. El corto conecta la percepción sensorial con el mundo emocional de les participantes, construyendo un banco sonoro a partir de experiencias compartidas.

¿Cómo lo hicimos?

Cada sesión fue un espacio vivo, donde se combinaron actividades lúdicas con herramientas del cine documental: escritura de guiones colectivos, exploraciones con cámara, creación de storyboards, construcción de personajes, grabación de sonidos y realización de entrevistas. Paralelamente, abordamos temas como el autoconocimiento, la gestión emocional, la sostenibilidad y la diversidad de formas de habitar el mundo.

Más allá del resultado audiovisual, Crisálidas fue un proceso de escucha profunda, juego y descubrimiento colectivo.