Por: César Pagano Villegas
En la mala costumbre de no estrenar música, sino en perpetrar versiones y vender para Latinoamérica, Diego el Cigala tiene un antecedente en otro famoso español como es Julio Iglesias. Este apuesto galán ,deportista, pero precario cantante, nacido en Madrid en 1943, es el que más se ha servido y maltratado los géneros de nuestra región para sus grabaciones: tango, ranchera, bolero, canción guaraní, brasilera, venezolana, peruana, y el son y la guajira cubanos cuando masculló de manera inolvidable -por lo espantosas y desabridas- sus versiones de La Guantanamera y El Manicero, que ofenden a cualquier cubano.
De todas maneras escogido y bien promocionado como figurón mundial – según me lo narró en Nueva York el escritor Max Salazar- , a Julio Iglesias se le impulsó desde 1984 por una poderosa firma transnacional como Coca-Cola para competir con sus baladas conformistas e ingenuas y estimular el amor de pareja, contra la amenaza de la Salsa, que rebozaba rebeldía social y alegría sabrosona y que despegó indómita en Nueva York a mediados de los años 1960.
No obstante las limitaciones de su voz y su soporífero repertorio, pero bien apalancado por su figura atractiva y un enorme capital publicitario, se consiguió (Oh milagros de la imposición pagada) que Don Julio haya conseguido vender la espeluznante cifra de más de 300 millones de discos , tal y como lo acreditó el trofeo de La Sony Music, como El Latino mayor vendedor de todos los tiempos de sus productos.
En contraste abismal, celebramos la conducta respetuosa de Joan Manuel Serrat, quien con su pequeña pero expresiva y agradable voz, acorde con su inspiración y su talento, no ha necesitado abusar de géneros otros pueblos de Latinoamérica que no conoce a profundidad, y ha venido con los suyo que es una creación propia, extensa y preciosa.
Cigala (Diego Ramón Jiménez Salazar), nacido en el Barrio El Rastro de Madrid el 21 de diciembre de 1968 y aunque no es hijo de Andalucía, su herencia se la comunicó su tío el destacado cantante flamenco Rafael Farina. Así, bien apadrinado a los doce años ganó un concurso de flamenco y no ha parado en su carrera hacia la fama. Su discografía se inaugura antes de los treinta años cuando aún luce inocente y modesto ,y graba Undebel sus palos flamencos en 1998. Le siguen después en el año 2000 Entre Vareta y canasta y brinda la misma orientación que se mantiene en el 2001 con el disco Corren tiempos de alegría. En el 2002 se graba una presentación en el Teatro Real . Prevalecían en estas grabaciones realizadas en España, estrenos que progresivamente le daban cierto prestigio entre los cultores del género del flamenco.
Quizás fue la influencia al conocer al Bebo Valdés por recomendación de Fernando Trueba, que lo condujo a ensayar un camino más ecléctico al interpretar boleros tradicionales de Latinoamérica, en el disco bautizado como Blanco y Negro de 2003 , donde el piano fino y experimentado del maestro Valdés y los boleros aflamencados en la voz y la figura del Cigala refrescaron el ambiente del bolero estancado. El resultado fue bastante atractivo, sin embargo faltó la novedad de enriquecerlo con el recurso de estrenar y correr todos los riesgos al menos en uno o dos boleros, innovación que le quedaba al Cigala a la mano , pues seguro que el maestro Bebo tendría varios inéditos dentro de su henchido baúl de sorpresas.
Para el 2005 el personaje de Diego El Cigala regresa al disco con palos del flamenco a cantarle a Málaga, la cuna del gran maestro de la pintura en Picasso en mis ojos, registro discográfico que estuvo lejos de alcanzar la resonancia del anterior de los boleros.
En el 2008 reitera esperanzado con boleros muy conocidos tales como: Dos Lágrimas (Si te contara, Historia de un amor, Dos Cruces, Bravo, Te extraño, etc) que tuvo apenas tibia acogida. Entonces se apunta a conquistar Argentina, Uruguay y Latinoamérica con Cigala& Tango en 2010 en el Teatro Rex de Buenos Aires, donde muy nervioso, repitió lo que cantaron desde Gardel hasta Goyeneche, pero nada más. Es probable que haya encontrado eco favorable en estos países australes, ya que en 2013 repasa el Romance de la Luna Tucumana, disco con canciones del folklore, boleros , tangos y la canción popular argentina, pero otra vez sin ninguna primicia en el repertorio.
Quizás algún llamado de conciencia o de los asesores lo lleva a fraguar y retornar a lo suyo en 2014 , con el disco titulado Vuelve el flamenco, pues ya eran casi diez años que había grabado Picasso en mis ojos. No pasó nada memorable con esta producción.
EL DISCO INDESTRUCTIBLE
En el 2016, el cantaor más internacional del flamenco se perfila otra vez con el disco Indestructible y ensaya ahora con La Salsa, en un proyecto fraguado y acariciado con su mujer y representante artística Amparo Fernández, fallecida en 2015 en República Dominicana donde vivían. El artista debuta en la salsa, pero sigue porfiado con los covers (versiones, copias). Para esta producción salsera cantada con estilo flamenco, solo existe la novedad de Fiesta para Bebo, obra del pianista Jaime Calabuch “Jumitos” y donde el peso de la obra la realizan Los Muñequitos de Matanzas. La aparición del Cigala es apenas marginal y episódica.
Participaron 70 músicos, arreglistas como Ceferino Cabán, Bobby Valentín y la dirección de las orquestas y otros arreglos se le confiaron al destacado colombiano José Aguirre, quienes por lo menos en la parte orquestal salvaron el disco y su prestigio. Se ha cumplido una producción ejecutiva costosa y complicada que recayó sobre Julio César Fernández y que tuvo muchas ciudades hospitalarias como centro: San Juan, Punta Cana, Nueva York , Miami, La Habana y Matanzas y para que no faltaran los cajones ,las palmas y la guitarra del virtuoso de Diego El Morao -que muchos quieren comparar con Paco de Lucía-, se grabó también en Jerez de La Frontera.
“En arte: se repite o se crea” (Paul Cezanne)
Por la forma mecánica, recitativa, con los pregones El Cigala creyó que era lícito profanar sin permiso palabra por palabra, pregón por pregón, el genio venerado de Héctor Lavoe, o el de Cheo Feliciano. No se sacudió para ingeniarse otras aventuras cantables. Por su conformismo conservador, su desorden personal y esa voz débil que no convence porque su dueño no está convencido, ese canto no transmite porque no tiene seguridad, pues no es su terreno, ni se prepara con disciplina, pues su vida es bastante frívola, traspuesta y despótica con los demás, tal y como se quejaban sus músicos cubanos acompañantes que lo abandonaron , ya que este hombre no asistía a los ensayos, incumplía las pruebas de sonido y sobretodo no se procuraba la música que debía interpretar. Había que buscársela.
En la rueda de prensa en Bogotá el dia 20 de Febrero , convocada por Tropicana stéreo, le recomendé al Cigala después de examinar sus discos en Latinoamérica repletos de covers y con pocas novedades : más investigación y trabajo de búsqueda del repertorio y de obras de compositores contemporáneos, que reflejen las urgencias sociales, la bacanería colectiva y la fiesta esperanzada que debe traer la paz . A ÉL personalmente le vendría bien leer más poesía y ejercitarse en entrenamiento para la improvisación.
:Su respuesta textual fue: ““Si usted es capaz de escoger y escribir un tema que supere a lo que Ud, está llamando los covers y los clásicos, yo se lo compro. Si Ud, me escribe un tema que a mi me haga llorar, y emocionar, y tenga en cuenta que le voy a aplaudir , lo voy a amar y los cantaré. Pero en el día de hoy no es fácil encontrar compositores que tengan esa capacidad como se componía antes …”
“Además yo he cantado este disco porque lo he sentido así, porque me ha gustado a mí, porque esos temas me han llenado. Creo que esa es la base fundamental para tener una respuesta hacia el público. No he de ser un innovador o que debo tener temas que no se hayan escuchado nunca y con los cuales a veces no pasa nada. Sin embargo, al cantar Periódico de ayer, o Juanito Alimaña , o todos esos clásicos o covers ha sido para mí un reto, no por nada, sino primero, por ser flamenco por la gracia de Dios. Vengo del mundo de la guitarra, del mundo del flamenco y desconocía lo que era La Salsa, hasta como bien le he dicho empecé a conocerla por mi compadre Bebo Valdés.”
“A propósito, Fiesta con Bebo es un tema inédito que se lo escribió el pianista y que lo teníamos que hacer en La Habana con Los Muñequitos de Matanzas. Si usted quiere más innovación, no sé .”
Yo esperaba del Cigala, en cambio de su respuesta herida , que me preguntará por compositores colombianos que le ampliaran sus horizontes y el repertorio . Entonces le habría mencionado a manera de ejemplo : Francisco Zumaqué, Juan Diego Valencia y Yuri Buenaventura por lo menos, aunque se que existen también en Cuba Decemer Bueno y Tony Avila y , en Venezuela, Perú , Puerto Rico y en Nueva York seguro que hay compositores nuevos ansiosos de mostrar su obra, en este continente efervescente y creativo .
No creo que la música del Caribe se haya estancado, pero claro, es más fácil el oportunismo de interpretar en la actualidad, lo que gustó en el pasado. Su epicentro se ha desplazado de Norteamérica a Suramérica adonde la gran esperanza radica en el triángulo compuesto por Venezuela, Perú y Colombia y donde laboran multitud d: compositores, intérpretes, orquestas, bailarines, establecimientos, eventos y público entusiasta que así lo ratifican.
Quizás a este disco Indestructible que está bien promocionado, haya que abonarle que a quien no conocía la Salsa se le acerque y a quien no sepa de flamenco de pronto se motive para indagar sobre su riqueza sonora y textual.
Infortunadamente existe un público complaciente que disfruta porque un extranjero canta su música, sin importarle la calidad. La ruta de todo cantante responsable con la sociedad, es más riesgosa y complicada. Se trata de ponerse a buscar obras inéditas de autores interesantes y mejor si está el barrio, la ecología o la paz como destino, luego encomendar el arreglo apropiado, someterse a los ensayos incansables, agotadores, producir y sacar el disco y después bregar por tener difusión eficaz para que el público lo reclame y lo compre. Quien copia, se ahorra mucho trabajo de ese proceso y es lo que utilizan en una primera etapa los muchachos bisoños, recién salidos de la academia o de la calle y que como no tienen la presteza y experiencia para crear se dedican a imitar a los que admiran. A un veterano no le queda bien continuar con ese sendero cómodo. Cerremos con Luis Buñuel el genial director de cine español, que en su libro El Último suspiro sostenía : “Para llegar a toda belleza tres condiciones me parecen siempre necesarias: esperanza, lucha y conquista.”