Umar, O.(2022). Viaje al país de los blancos. Plaza Janés.
Reseña por: Alexandra Tito
Febrero 2024
“Necesito contar mi historia para que no haya más historias como la mía que contar”
Viaje al país de los blancos es una novela autobiográfica que narra a través de las palabras de Ousman Umar, el viaje que inició a los 13 años y que lo llevó por toda África hasta llegar a Europa cuatro años después, cuando arribó a las Islas Canarias. A su lado conoceremos la violencia que atraviesa la experiencia migratoria ante el incumplimiento sistemático de los Derechos Humanos.
La experiencia migratoria está determinada por varios factores como la situación social, económica y política. En el caso de Viaje al país de los blancos, se precisa un modelo de migración protagonizado por una persona de escasos recursos de Ghana ¿Cómo es esta experiencia para la persona que migra? Podemos intentar comprenderlo a través de las vivencias de Ousman Umar. La precariedad del viaje, la dolorosa conciencia de estar solo y de ver cómo cada día tienes que luchar por sobrevivir -ya sea por el temor a la policía, la desconfianza ante tus propios compañeros de viaje, el recelo ante posibles estafas…- reflejan una rutina inhumana que sufre el protagonista.
Frente a esta experiencia migratoria, nos preguntamos ¿cómo va a actuar Ousman Umar? A medida que leemos descubrimos cómo a la fuerza surgen en él varias preguntas: ¿Volver a casa?¿Seguir hacia adelante con la esperanza de encontrar “el país de los blancos»?¿Valdrá la pena? Cualquier persona que ha migrado probablemente se ha encontrado en la misma tesitura. Sin embargo, muchas veces elegimos seguir hacia delante porque precisamente no tenemos de otra. Al igual que nosotrxs, Ousman Umar se aferró a esta pequeña ilusión de encontrar una vida mejor como todxs debemos merecernos.
Si miramos más de cerca a este tipo de migración, vemos casos escalofriantes pero que increíblemente son la norma. Un primer ejemplo son lxs sinkers, personas que se quedaron a la mitad del camino, sin dinero para volver a casa o llegar a su destino. Su caso es desesperante…no pueden hacer absolutamente nada y su familia no tiene manera de contactar con ellxs. La única alternativa que tienen es trabajar aún bajo condiciones nefastas con el miedo de que la policía les atrape por ser indocumentadxs y mandarlxs a la cárcel (que en muchos casos significa morir). Todo esto para conseguir apenas las monedas suficientes para salir de donde están y retomar un viaje peligroso (ya sea hacia sus casas o hacia “el país de los blancos”).
Un segundo caso es el de los muertos. La deshumanización y vulneración de los Derechos Humanos se hace imposible de negar cuando una persona muere en una migración. Este es el pan de cada día: el desierto se ha convertido en una tumba que salvaguarda sus cuerpos sin una ceremonia más que su propia soledad. Las autoridades, en vez de proteger a lxs viajerxs concediéndoles vías seguras, son quienes han llevado que busquen rutas cada vez más peligrosas para evitar que lxs deporten.
Asimismo, encontramos situaciones en las que la relación de quien migra con las personas que va encontrando a su paso, durante el viaje al “país de los blancos”y en el país de destino, marcan la experiencia migratoria.
Si analizamos estas situaciones, encontramos un abanico de diferentes y opuestas relaciones. Algunas marcadas por el racismo, como lo demuestran las siguientes palabras: No podemos tocar la sangre de un negro-nos dijeron-, para nosotros es como tocar la sangre de un perro (Umar, 81). Otras, cimentadas en actitudes más abiertas y empáticas: Entonces oí una voz femenina detrás de mí. […]–Hola, ¿tienes problemas?–me dijo–¿te puedo ayudar? (Umar, 174).
Es fundamental también, hablar del papel del Estado Español en la experiencia de Umar. Si bien en un principio, él tuvo un trato cercano con las personas que le recogieron en las islas Canarias, esto cambió cuando lo llevaron al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE). Una vez le permitieron salir de allí, lo enviaron a Barcelona donde se enfrentó a una nueva situación, la de no poder acceder a las ayudas a las que tenía derecho por las barreras del idioma y de la cultura. Aunque estas fueron sobrepasadas gracias a la solidaridad de varias personas que se acercaron a él, debemos insistir en pensar cuál es el papel del Estado en esta situación. ¿Acaso las personas que migran no tenemos los mismos derechos que las que habitan estos “países de los blancos”?¿Por qué solo se puede entender la migración desde la restricción? ¿A qué contribuye, y a qué intereses responde, la existencia de los Centros de Internamiento de Extranjeros? ¿Por qué en vez de proporcionar a todxs un acompañamiento psicológico y emocional, lxs llevan de un interrogatorio como sospechosx de ser culpable de algo?¿Podemos dejar que el destino de muchas personas se decida en si tienen la suerte de encontrarse con algún transeúnte bien intencionadx?
Por último, es necesario hablar de Ghana. Como Ousman Umar dijo: Me costó volver, porque no quería recordar nada de todo aquello. De hecho, mis padres españoles me propusieron ir de visita al poco de conocerlos, pero yo no quería saber nada, era demasiado duro (Umar, 209) ¿Cuál es la relación entre la persona que migra y su país de origen? Es una relación contradictoria que transita desde la añoranza y deseos de no querer saber nada de su país. Esto depende de varios factores: cómo de bien te encuentras en esta nueva sociedad, lo traumático que pudo haber sido tu experiencia pasada, o una posible mejora de tu país de origen… Esta relación es compleja e inestable, es un proceso que variará a lo largo del tiempo. En este caso, Ousman Umar no volvió de forma definitiva, pero sintió que tampoco podía cerrarse a su país. A partir de ello, generó un nuevo lazo a través de la creación de una ONG para contribuir a prevenir que niñxs, por desinformación, intentarán llegar a Europa por las mismas vías que él.
El libro Viaje al país de los blancos nos acerca a lo que ocurre más allá del mar Mediterraneo. Cada semana, vemos noticias desalentadoras sobre este tipo de migración, al final muchos de nosotrxs terminamos de automatizar esas experiencias. Este es un libro que nos habla de una de esas personas, sus rasgos cobran definición y su nombre resuena:Ousman Umar. No es una cifra más de las que leemos en los reportes. Por ello consideramos necesario que relatos como éste sean leídos, es una forma de sensibilizarnos y tomar posición frente a las tragedias que ocurren a las puertas del Mediterráneo.
Sobre el autor:
Ousman Umar: https://nascoict.org/
Ousman Umar nació en Ghana en 1988, llegó a España con 17 años. En 2012 fundó Naco, ONG con sede en Ghana y Barcelona con el objetivo de proporcionar acceso a la información y la educación reduciendo la brecha digital. En 2018 se integró en el equipo de Proactiva Open Arms. En 2019, publicó su primer libro El viaje al país de los blancos. Dos años después, publicó Desde El País De Los Blancos, la segunda parte del primer libro.

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